DE CUARENTA PARA ARRIBA…

Este blog proyecta ser un batiburrillo de ideas, cosmética, lecturas, belleza, moda, opiniones, para aquella gente que no se identifique con la belleza ideal, la perfección del photoshop, los charlatanes del crecepelo y los productos milagrosos para rejuvenecer.

Es también este blog una reivindicación a los kilos de más, a las canas, a la práctica deportiva del sillón ball y a todas esas bonitas cosas a las que nos acerca la madurez. Así que, absténganse de leer niños y niñas de medidas perfectas, que no quiero herir susceptibilidades.

¡Ja! La madurez, ¿qué es eso de la Edad Madura? Si alguien me lo puede explicar, adelante por favor. Yo nunca he oído hablar de que alguien con veintipocos años estuviese verde, ¿por qué tengo yo que ser madura nada más pasar de los cuarenta? Espero con vuestra ayuda llegar a comprender esto.

El mundo parece ser monopolio de juventud y belleza. La web está plagada de niñas monísimas que dan consejos para prevenir primeros signos de la edad, trucos de maquillaje, rutinas para tener un pelo perfecto, pero, ¿qué pasa cuándo cada día te despiertas con una nueva arruga marcada en el rostro? ¿Y cuando en vez de maquillarte tienes que restaurarte? ¿Y cuando tienes celulitis hasta en las orejas? Entonces señores, hemos llegado a la Edad Madura, y ya no hay marcha atrás. Es en este punto cuando podemos seguir varios caminos: hay quienes se siguen viendo como cuando tenían quince años y se visten y viven en consecuencia, aunque hayan cumplido los sesenta; hay quienes luchan con todas las armas a su alcance para frenar este proceso y se machacan en gimnasios y quirófanos (inútilmente casi siempre), y hay otros que lo afrontan con normalidad y sin estridencias (yo espero formar parte de éstos últimos).

Señoras y señores, no se arrepientan de nada, sepan que el remordimiento engorda un montón. Si se comen un bocadillo estupendo de jamón ibérico (se me hace la boca agua solo de pensarlo), disfruten al cien por cien, y mañana tomen una rica ensalada para compensar.

Si no hacen el ejercicio que debieran, no pasa nada, yo tengo un amigo que tiene una incipiente barriga, él lo llama su único abdominal, y es muy feliz.

Y eso, creo yo, es lo verdaderamente importante, porque cuando alcanzamos esta edad, la llamemos madura o no, nuestra vida experimenta grandes cambios y no sólo físicos. Es en este momento cuando debemos pensar que estamos aquí de paso y que la felicidad no llega sola, la tenemos que buscar. No se encadenen a nada ni a nadie, disfruten con una buena lectura, con un buen amigo, con un buen café y no guarden rencor, que produce arrugas.

No hay que estar perfectos para sentirse bien con uno mismo, los años también nos dan experiencia, sosiego, y a veces con mucha suerte un poquito más de estabilidad económica y laboral.

Sean felices.